En el transcurso de la última semana, el panorama fiscal colombiano ha tomado un giro determinante con implicaciones directas para quienes tienen responsabilidades tributarias en el país. El Gobierno Nacional anunció la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, una decisión que, en términos simples, suspende los límites de endeudamiento público durante tres años y abre la puerta a un mayor gasto estatal sin los controles tradicionales.
Aunque esta medida no modifica de forma inmediata las obligaciones tributarias vigentes, sí envía una señal clara de lo que viene: más presión tributaria para cerrar el creciente déficit fiscal, que ya supera el 6,8 % del PIB en 2024 y se proyecta por encima del 7 % para 2025. En línea con este ajuste, el Ministerio de Hacienda confirmó que en las próximas semanas radicará un nuevo proyecto de reforma tributaria ante el Congreso, con el objetivo de recaudar entre 19 y 25 billones de pesos adicionales a partir de 2026. La iniciativa, que comenzará su discusión a partir del 20 de julio, incluiría ajustes al IVA, revisión de exenciones sectoriales, modificaciones al tratamiento del diésel y otras medidas que afectarían el flujo de caja de empresas y trabajadores independientes por igual.
Mientras tanto, la DIAN continúa con su calendario operativo, con fechas de vencimiento clave para la retención en la fuente y el régimen simple durante junio, así como la declaración de combustibles antes del 16 de este mes. Sumado a esto, la Contraloría General de la República reveló recientemente un hallazgo fiscal por más de 17 mil millones de pesos en la entidad tributaria, derivado del pago duplicado de arriendos en sedes inactivas. Aunque el hecho es de carácter administrativo, genera preocupación sobre la eficiencia operativa de la DIAN y podría traducirse en demoras o dificultades en procesos sensibles como devoluciones, compensaciones y fiscalización.
Desde Ecoimpuestos, recomendamos a nuestros clientes anticiparse a este nuevo contexto, revisar sus estrategias de planeación tributaria y estar preparados para una reforma que probablemente impactará su estructura financiera. En un entorno donde el Estado exigirá más, lo clave será no improvisar: contar con asesoría técnica, cumplir con los calendarios vigentes y proyectar escenarios con respaldo contable será la mejor forma de blindar la operación sin caer en riesgos innecesarios.
Porque cuando el sistema tributario se endurece, la información y la estrategia hacen la diferencia.